LOS ANGELITOS
Ninguna época del año más encantadora en el campo que los meses de primavera. La campiña empieza lentamente a cubrirse de verdor y los viñedos parecen vestirse de una fina esmeralda, que imprimenal paisaje de la rara belleza de las obras artisticas, que tanto nos seducen y fascinan. Todos los árboles comienzan a regalarnos el matiz variado de sus flores; los huarangos con sus racimos de amentos amarillos ponen rasgos de alegría y de dulzura sobre la mudez solemne de los médanos; los cimomos con sus manojos de flores lilas o violetas, adornan los contornos de las pozas y prodigan sombra, bajo la cual el hijo del campesino ejecuta sus juegos infantiles; el pacae de flores blancas, muchas de las cuales caen cubirendo al suelo corno de un manto albo, parece un viejo guardián celosos de su viña; el sauce reverdece, la higuera se cubre de hojas, el mango se carga de frutos, y a los costados del camino, del callejón o sobre los bordes de las acequias, florecen los tetillos, los espinos, los toñuces y los cahuatos, poniendo la nota característica del ambiente iqueño en la primavera.
Todo ses alegría en el campo; todo regocija y embelesa. La vida surge radiante, fecunda, llena de promesas y de esepranzas; en la primavera que ha puesto así a la compañía, con tnatos adornos, tornándola seductora, mimosa y coqueta.
Es, en ese tiempo, en plena primavera, que salen los angelitos a recorrer la campiña, pidiendo ina limoznita por el amor de Dios. Rezago sabe Dios de que costumbres o de que fiestas antiquísimas que aún superviven, son los angelitos algo así como la expresión sencilla o ingenua de un anhelo sublime de amor y caridad. Hogaño, los angelitos están desapareciendo y no se ven y no se ven como en años anteriores en que formaban varias pandillas que salían a pedir limosna de casa en casa. Actuaban como angelitos, los muchachos cuya edad era de 8 a 14 años, habiendo también casos que figuraban mayores de 20 años, y dicen los viejos que hasta los hombres casados formaban su pandilla sabiendo éstos los que más gritaban, para que le dieran su limosna que solicitaban.
Así recorrían las calles del pueblo y las chacras desde las primaveras horas de la mañana hasta muy entrada la noche.
EL primero de noviembre, día de Todos los Santos, comienzan las actividades de los angelitos y duran hasta el 3 de dicho mes, en que se despiden hasta el año siguiente. Los que van a salir de angelitos se reúnen la víspera y toman los acuerdos consiguientes para que todo les salga a pedir boca.
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